Un ángel salvó mi alma

Testimonio de una lectora de ángeles y milagros

Los sueños son la manera más común en que los ángeles se manifiestan, pues es durante el sueño cuando el ego de la persona tiene menos control y el mundo del espíritu se expresa más plenamente. No todos los sueños, sin embargo, son agradables. A veces las pesadillas pueden atormentar a las personas sin cesar. Este es el caso de Karina, una joven estudiante universitaria de 21 años, que envió este impresionante testimonio en el que relata su experiencia con un ángel que se le apareció en sueños para sanarla y devolverla a su camino en la senda del bien:

"Aunque suene bastante extraño, lo digo pues no es más que la verdad. Es la primera vez que comparto mi experiencia de vida, pues por temor a que me tildaran de 'loca' nunca le conté a nadie sobre ello hasta ahora.

En mi adolescencia fui una persona con muchos problemas. Sufría de crisis depresivas a tal punto que intenté quitarme la vida un par de veces e incluso llenaba mis brazos de cortaduras sin motivo alguno. Siendo vulnerable, conocí a las personas equivocadas que me llevaron por un mal camino, renegando de Dios y todo lo bueno. Busqué consuelo en el lugar equivocado. En efecto, me acerqué al ser de oscuridad que todos conocemos.

Me llevé varios sustos, me ocurrieron cosas con seres de oscuridad que no viene al caso contar. Pasé varios años en ese mal trecho. Noche tras noche fui víctima de pesadillas insoportables en las que siempre había seres de oscuridad, muerte y un sin fin de horrores, y lo peor del caso es que siempre quedaba atrapada en esos sueños, porque por extraño que parezca, por más que quisiera no podía despertar de ellos.

Una de esas pesadillas me llevó a una casa donde viví con mi familia en la infancia. En ese sueño las personas queridas que vivieron conmigo trataban de hacerme daño y me perseguían, yo solo corría escapando hacia afuera de la casa cuando me topé con un ser extraordinario. Irradiaba una luz dorada y llevaba una especie de armadura dorada en su pecho. Recuerdo que sobre la armadura llevaba algo parecido a una bufanda roja. Lucía justo como uno de esos gladiadores que vemos en las películas y de su rostro no puedo recordar nada más. Sin embargo, tengo recuerdos fugaces de su cabello corto en un rubio tostado con rizos. Me abrazó y me dijo 'todo estará bien ahora'. En ese momento aquello que me perseguía desapareció y desperté asombrada.

Busqué respuestas. La noche siguiente, por medio de oraciones y peticiones, pregunté quién era y me llegó un nombre a la mente: 'Uriel'. No sabía nada de ángeles, y creí que mi mente me había jugado una broma. Se me ocurrió buscar ese nombre en la web, y allí me llevé quizás la sorpresa más grande de mi vida con los resultados.

Desde ese día, mi vida cambió por completo. Estuve investigando y cada vez me sorprendo más con lo que encuentro. Si en realidad el arcángel Uriel se manifestó en mis sueños, le agradezco por salvar mi alma y devolverme el rumbo que había perdido. Aun de no ser así, mi alma y mi corazón desean creer que lo fue.

Con esta experiencia aprendí que, aunque creemos estar solos en este mundo, no lo estamos; y que los problemas de la vida no se resuelven culpando a Dios y mucho menos buscando consuelo en lo desconocido. Dios está siempre con nosotros, nos ama a todos, nos cuida y nos ayudará a salir aún de la situación más dura por la que estemos pasando.

Conocí la existencia de los ángeles y gracias a eso hoy entiendo que en la vida las cosas pasan por algo y que todo tiene un motivo, aunque en su momento no lo entendamos, Dios nos ama y solo él sabe por qué pasan las cosas.

Luego de esa experiencia siento que he crecido más en el ámbito espiritual y que hoy soy mejor persona."