Los milagros de Cristo Jesús en los evangelios (Parte 3)

Descubre los milagros de Cristo Jesús en el Nuevo Testamento

La resurrección de Jesús por Pedro Pablo Rubens (1611)
La resurrección de Jesús por Pedro Pablo Rubens (1611). Dominio público

(Último artículo en la serie Los milagros de Jesucristo: Primera parte, Segunda parte)

29. La moneda en la boca del pez
(Mateo 17:24-27)
En Cafarnaún, los acreedores de impuestos le pidieron a Pedro el pago para el templo. Jesús mandó a Pedro a pescar y el primer pez que atrapó tenía en la boca suficiente dinero para pagar los impuestos.

30. Sana a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio
(Mateo 12:22-23, Lucas 11:14)
Todas las personas que presenciaron el milagro cuando Cristo Jesús sanó a un hombre ciego y mudo se preguntaron: "¿Será éste el Hijo de David?"

31. Sana a una mujer que había estado enferma por 18 años
(Lucas 13:10-13)
Un sabat cuando enseñaba en la sinagoga, Jesús liberó de su enfermedad a una mujer que había estado encorvada durante 18 años. En el momento en que Jesús le puso las manos encima, ella se enderezó y comenzó a glorificar a Dios.

32. Sana a un hombre enfermo de hidropesía
(Lucas 14:1-6)
Jesús sanó a un hombre enfermo de hidropesía en el sabat luego de preguntar su opinión a los fariseos, que no respondieron. Tras despedir al hombre, Jesús los enfrentó diciendo: "¿Quién de ustedes, si su asno o su buey se cae en un pozo, no lo saca enseguida, aunque sea en día de reposo?".

33. Sana a 10 hombres con lepra
(Lucas 17:11-19)
Cerca del borde de Samaria, Jesús encontró a un grupo de leprosos y los sanó. De ellos, solo un samaritano regresó a él para dar gracias a Dios.

34. Resucita a Lázaro
(Juan 11:1-44)
Cuando Cristo Jesús oyó de la muerte de su amigo Lázaro, fue a Betania. Le pidió a sus hermanas que le mostraran a Lázaro, y al abrir la tumba lo llamó. Lázaro se levantó y Jesús ordenó que le quitaran las vendas y lo dejaran ir.

35. Sana a Bartimeo de su ceguera
(Marcos 10:46-52, Mateo 20:29-34, Lucas 18:35-43)
Cuando Jesús y sus discípulos fueron a Jericó, un mendigo ciego llamó a Jesús. Jesús le dijo "tu fe te ha sanado" y él pudo ver.

36. Hace que se seque la higuera
(Mateo 21:18-22; Marcos 11:12-14, 20-25)
Jesús tenía hambre y vio una higuera. Al no encontrar frutos, le dijo que nunca nadie volvería a comer de sus frutos. La higuera se secó y sus discípulos se sorprendieron, lo que sirvió para darles una lección de fe con las palabras: "Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solo harán lo que he hecho con la higuera, sino que podrán decirle a este monte: '¡Quítate de ahí y tírate al mar!' , y así se hará. Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración."

37. Sana la oreja cortada
(Lucas 22:45-54)
La noche en que Jesús fue entregado por Judas, uno de sus seguidores cortó la oreja de uno de los hombres que había venido a llevarse a Jesús. Jesús les dijo a sus discípulos que no lucharan y luego, antes de entregarse, sanó la oreja del hombre.

38. La resurrección de Jesús
(1 Corintios 15, Mateo 28, Marcos 16, Lucas 24, Juan 20)
Después de ser crucificado, Jesús murió y fue enterrado. Al tercer día, resucitó.

El libro del Nuevo Testamento 1 Corintios, escrito por el apóstol Pablo, explica la resurrección de Jesús. Pablo fue una de las personas que se encontraron con Jesús después de la resurrección. Pablo viajó por tierra y mar contándole a la gente acerca de Jesús, su resurrección y la promesa de vida eterna en la presencia de Dios para todos aquellos que tuvieran fe en Jesús.

39. Los 153 peces
(Juan 21:4-11)
Después de la resurrección de Jesús, él se le apareció a los discípulos, que no lo reconocieron. Les indicó que debían lanzar las redes del lado derecho de la barca. Luego de hacer esto, los discípulos encontraron que la red estaba tan llena que no podían sacarla. Entonces lo reconocieron y al sacar la red, encontraron 153 peces.

Los milagros de Jesús nunca han cesado de ocurrir, pero los evangelios son la base que reúne las obras y milagros de Jesús en su recorrido por el mundo material. Leerlos es descubrir el amor sanador del Hijo de Dios.