San Francisco de Asís

La vida y los milagros de San Francisco de Asís

San Francisco de Asís por Giotto
Esta imagen atribuída a Giotto (1267-1337) muestra la visión que tuvo San Francisco de un serafín e ilustra cómo San Francisco recibió los estigmas. Dominio p´publico

Giovanni di Pietro di Bernadone nació en Asís, Umbria (que hoy es parte de Italia) cerca del año 1181. Fue hijo de una familia pudiente. Durante su juventud no fue particularmente devoto, pero en 1202 se unió a la milicia y fue tomado como prisionero de guerra. Ya había tomado el nombre "Franchesco", o "Francisco". Durante ese año, el joven pasó mucho tiempo en contemplación, intentando descubrir el propósito de Dios para su vida.

Francisco se convenció de que Dios quería que él ayudara a los pobres. Así comenzó a regalar sus posesiones, lo que enfureció a su padre. Terminó devolviéndole a su padre todo, incluyendo su ropa. El obispo, al ver su convicción, lo acogió en su manto.

Francisco se dedicó a reconstruir iglesias luego de oír el crucifijo de la la capilla de San Damián decirle: "Francisco, vete y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas."

Más adelante escuchó las palabras de Jesucristo: "No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos..." y cambió reconstruir iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio, que pronto lo dio a conocer a pesar de las burlas por su aspecto harapiento.

Con el tiempo, el Papa le dio permiso para fundar una orden religiosa, que luego se convirtió en dos, cuando se le unió Clara de Asís para formar una orden de mujeres.

Francisco murió en 1226. Dos años más tarde, el Papa Gregorio IX lo canonizó.

Milagros de san Francisco de Asís

Los milagros que se le atribuyen a este santo son muchos y fantásticos:

  • La sanación del leproso: San Francisco lavó la piel de un hombre con lepra. También rezó para que el demonio que lo atormentaba se alejara y dejara libre su alma. Entonces la piel del leproso comenzó a sanar, y su alma también. Cuando el hombre se dio cuenta de que estaba sano, se arrepintió de sus pecados y comenzó a llorar. El hombre se curó completamente, en cuerpo y alma y se reconcilió con Dios.
  • La transformación de los ladrones: Tres ladrones robaron comida y bebida del monasterio de San Francisco. Entonces San Francisco comenzó a rezar por ellos y envió a uno de los monjes a disculparse por haberlos tratado mal. Los ladrones se conmovieron tanto que se unieron a la orden franciscana y pasaron el resto de sus vidas sirviendo a los demás.
  • Milagros con aves: San Francisco amó tanto a los animales que los veía como criaturas de Dios, iguales a las personas. Se le vio predicando a las aves, que lo escuchaban durante sus sermones. Las aves no se iban hasta que él les daba la bendición.
  • El encuentro con el lobo feroz: En las cercanías de un pueblo donde vivía San Francisco, apareció un lobo que estaba aterrorizando a las personas y matando a los animales. San Francisco decidió ir a encontrar al lobo de frente y hablar con él.
    Ante un grupo de personas, el lobo se puso en posición de ataque, pero Francisco se puso a rezar y hacer la señal de la cruz. Entonces se le acercó al lobo y le ordenó en nombre de Jesucristo que no le hiciera daño a él ni a nadie.El lobo se calmó y empezó a acercársele a San Francisco. Así San Francisco le pidió al lobo que no hiciera daño y le ofreció que la gente del pueblo lo alimentaría a cambio de su compromiso de no atacar a los animales y a la gente. El lobo milagrosamente le dio la mano al santo para sellar el pacto.

Aunque las historias de este santo muchas veces parecen cuentos para niños pues fueron escritos hace ya tantos siglos en Las pequeñas flores de san Francisco de Asís (publicado en 1390, por Ugolino di Monte Santa Maria), sus milagros se siguen manifestando en el mundo de hoy a través de la fe y con la ayuda de su hermosa Oración de san Francisco de Asís. Hoy en día se le reconoce como el santo patrón de los animales junto con el ángel Ariel.